


Mis amigas de Buenos Aires, que todavía no experimentaron la increíble pero real potencia de la comunicación dentro del universo bloguero -twitteril, me envían a diario cerca de una docena de mails. Suelen ser reenvíos, cadenas y mucho, pero mucho pps. Yo me alegro y se los agradezco porque sé que esa es la forma de decir "me acuerdo de vos". Y también respondo y reenvío para que sigamos, si cabe, unidas por el mismo lenguaje manteniendo encendidos esos fueguitos de los que habla Eduardo Galeano.
Uno de esos mails fue, justamente, el que contenía estas imágenes.
No conocía nada de Jacek Yerka pero desde hace un rato no puedo dejar de mirar y admirar sus obras ni de preguntarme por la vida del hombre dentro del cual vive ese artista.