Psicopolítica o la maldición de Casandra

Por suerte hay gente que mantiene las ideas claras, al contrario de otros que nunca supieron o ya se olvidaron de carlos, los patacones y el trueque.

Los futurólogos negros traen suerte, por Orlando Barone



Entre las maldiciones que desde el oráculo mediático se anuncian, figura la inflación galopante. Tema que los tienta, más que la nostalgia del celo a las gatas castradas.
Quienes predecían un verano sin consumo, sin turismo, sin electricidad y sin combustible- y fallaron las varias profecías- ahora para tratar de reivindicarse empiezan a augurar el descontrol de los precios. Desde consultoras, cámaras y corporaciones, muy interesadas en que la hecatombe se cumpla, especulan que a tamaño éxito del verano -que no se bancan y los hace retorcer de impotencia- sobrevendrán consecuencias sombrías. Otra vez la cantinela de que para comer un bife de chorizo habrá que ser rico. Otra vez las predicciones acerca de que tanto consumo no se condice con no sé que tabla de la lógica de oferta y de demanda, y otra vez a consultar a los fabricantes del Viagra para que hablen mal del chancho y no les haga competencia.
Y así se suman los heraldos negros de la profecía repartiendo maldiciones. Cuentan con la colaboración estúpida de muchos (y no pocos) heralditos útiles idiotas de los medios, repitiendo el sonsonete del infortunio que se viene. Y colaboran en la difusión de vaticinios miles de Mirtha Legrand, y de Mesas de Enlace vocacionales, adiestradas en predecir vacas y cereales que se extinguen, a la par que el presente lo disfrutan a molleja y ojo de bife.
Cómo fatigan el futuro para encontrar inminentes desastres. Apenas el Gobierno legitima índices favorables, los tergiversan o los subvierten. Y no bien mejoran el empleo y la producción y la demanda, salen los augures a escupir el asado. Cuanto más lo escupen más rico sale. Que sigan augurando y equivocándose.
Cada profecía oscura que adelantan nunca se cumple. Así que hay que celebrarlas a favor y no en contra. Lo que ellos vaticinan peor, es justamente lo que mejora.
En la antigüedad, a la diosa griega Casandra, experta en profecías, la condenaron a que siguiera profetizando pero sin acertar una. Auguraba sin sentido. Al cohete. Casandra abría la boca y era como nada. Su destino fue anticipar desastres que jamás se cumplían.
Entonces los ciudadanos griegos, ya avivados de la chantada, cada vez que les auspiciaban catástrofes esperaban prosperidades. Con el tiempo se acostumbraron a oír los malos augurios como augurios felices. Igual nosotros.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

FELICITACIONES AL DUEÑO DEL BLOG, ABRAZOS DESDE SALTA. OTRO MUERTO EN UN TRÁGICO ACCIDENTE PARTÍCIPE DEL COMPLOT CONTRA EL CONCEJAL ESOTÉRICO GUILLERMO CAPELLÁN: EL EMPRESARIO JUAN JOSÉ GAY:
La maldiciones de las que, en Argentina hay testimonios concretos y se cumplieron y se siguen cumpliendo, fueron las que luego de estar casi 100 días injustamente en la cárcel de Villa Las Rosas en Salta (Argentina) profirió el ahora mundialmente conocido CONCEJAL ESOTERICO GUILLERMO CAPELLÁN, a través de un Programa INFORMATIVO (FM PACIFICO- SALTA, ARGENTINA, conducido por el periodista Daniel Salmoral en el año 2003. Tambiçen los hizo en el Programa La Cigarra, conducido por el preconocido periodista Jorge Villazón. El político argentino fue preciso con nombres y apellidos de los que habían conspirado en su contra para acusarlo de una FALSA VIOLACION en perjuicio de un menor de 16 años, RODRIGO EMANUEL CHAVARRÍA. El esotérico político vaticinó "Chavarría vivirá preso" y asi fue. Increíble pero cierto, los que partciparon en forma directa en el complot contra el Concejal Capellán tuvieron muertes trágicas y enfermedades terminales. Lo último que sucedió el año pasado es la muerte en un accidente motociclista del empresario Juan José GAY quien se prestó al complot poniendo a disposición del Locutor MARTIN GRANDE el galpón de su empresa en el Parque Industrial de Salta para que se guardaran los vehículos de propiedad del edil peronista y ocultista Guillermo Capellán, automóviles que le hicieron secuestrar para apropiarse de ellos con falsas querellas y demandas. NINGÚN VEHÍCULO QUEDÓ EN MANOS DE LOS CONSPIRADORES. Yo, en persona, escuché al político maldecir con nombres y apellidos a quienes lo destruyeron... en aquel entonces, el el año 2003 y 2004, las declaraciones de Guillermo Capellán me produjeron lástima o risa, hoy ya no... dejo a criterio de todo el mundo este testimonio. ME CONSTA, DOY FE... Busque en Internet: "Guillermo Capellán, o Maldiciones Concejal" y podrán obtener toda la información sobre este extraño y probado fenómeno paranormal.