De lluvias y tormentas




Tu tiempo es un vidrio
tu amor un fakir, mi cuerpo una aguja
tu mente un tapiz.
Si las sanguijuelas no pueden herirte
no existe una escuela que enseñe a vivir.
El angel vigía descubre al ladrón
le corta las manos,
le quita la voz,
la gente se esconde
o apenas existe,
se olvida del hombre, se olvida de Dios.
Miro alrededor,
heridas que vienen, sospechas que van
y aquí estoy
pensando en el alma que piensa
y por pensar no es alma,
desarma y sangra.


Desarma y sangra

4 comentarios:

Anónimo dijo...

desarmar, desalmar, desamar, sangrar, doler, amar, temer, partir, cuántos inifinitivos sin infinito. Yo también pienso en el alma que piensa y que por pensar no es alma, es sólo un olvido de Dios y cuando Dios se olvida nos deja así, doliéndonos.

Anónimo dijo...

Siempre para SER hay que des armar, lo que no somos.

El Alma de Blanca habla y siempre será Blanca...

Anónimo dijo...

Amiga: pasaron nada más que ocho días de tu último post pero parece muchísimo tiempo mas. Es una lástima que no actualices más seguido porque venía muy lindo este blog. Ojalá lo despiertes...

Anónimo dijo...

Este blog empezó blanco, siguió rosa y después se puso gris, es cierto.

Y pasó porque es como la vida que todo el tiempo está subiendo y bajando.

Va a despertar porque esto para mí es MUY IMPORTANTE. Es una puerta, una ventana, un camino...

Así que, un poquito de paciencia...y gracias por el aguante

Blanca